A tres años de la aparición de la sexta generación del Mercedes-Benz Clase S, el sedán de lujo aparece con una serie de renovaciones estéticas y tecnológicas.
Partiendo del tema visual, la modernización del acérrimo rival del BMW Serie 7 y el Audi A8 abarca el rediseño de la parrilla, los grupos ópticos de LED -los delanteros dotados del sistema Intelligent Light- y los rines de 20 pulgadas.
En el interior, existe un volante de res radios con una imagen más elegante, decoraciones de madera, iluminación de LED con la posibilidad de elegir entre 64 colores y dos pantallas de 12.3 pulgadas para visualizar el cuadro de instrumentos y el sistema de información y entretenimiento. Respecto a la última, además de ser más grande que su antecesor, resulta ser más intuitiva y puede ser controlada de manera táctil o por comandos de voz. Por su parte, el cuadro de instrumentos tiene tres estilos de visualización diferentes (Classic, Sport y Progressive).
Como antesala a la conducción 100 por ciento autónoma, el Mercedes-Benz Clase S 2018 ofrece una nueva serie de tecnologías de asistencia al conductor, tal es el caso del sistema de estacionamiento automático, cambio de carril autónomo por un corto tiempo y detención del vehículo en caso de que el conductor no responda a la conducción.
También destaca el sistema Energizing que adecuan los asientos (calefacción, ventilación, masaje), aire acondicionado, la iluminación y música, en medida del estado de ánimo y la necesidad del conductor.
Hablando de la mecánica, el Mercedes-Benz Clase S 2018 está disponible con un V6 twin-turbo de 3.0 litros -S450 y S450 4Matic- que ofrece 362 hp y 369 libras-pie de torque; o un V8 twin-turbo de 4.0 litros -S560 y Mercedes-Maybach S560 4Matic- que arroja 463 hp y 516 libras-pie de torque.
En lo más alto, está el Mercedes-AMG S63 que dice adiós al 5.5 litros para adoptar el 4.0 litros con 603 hp y 664 libras-pie de torque, y el Mercedes-AMG S65 con un V12 de 6.0 litros con 621 hp y 738 libras-pie de par motor. A la hora de accionar este poder, la aceleración de 0 a 62 mph (100 km/h) es de 3.4 segundos y 4.2 segundos, respectivamente.