Hablar de Mercedes-Benz es hablar de autos con un gran arraigo que están posicionados como productos de amplia calidad, confiabilidad e innovación tecnológica y si al hablar de un vehículo de la estrella de tres puntas, le agregamos la letra S, hacemos referencia a lo mejor, más grande y lujoso que el fabricante construye.
La S es la abreviatura de “Sonderklasse” que en alemán quiere decir Clase Especial, mucha gente lo confunde con la palabra sedán y están en un error y aunque algunos lo duden se han vendido 2,698,327 “eses” desde 1979 al 2012, un dato interesante tomando en cuenta que al ser caro y lujoso se supone que no es un auto de gran volumen de venta anual, pero los números nos indican otra cosa.
La Historia
Hagamos un rápido recorrido por el pasado de este vehículo, antes de analizar el modelo 2014. El concepto de un Mercedes familiar y lujoso nace en los últimos años de los cincuenta y el primer vehículo denominado con la S por Daimler-Benz fue el modelo develado en 1972, conocido internamente como W116, ésta generación fue longeva ya que estuvo disponible de 1972 a 1980. Dicho vehículo se caracterizó por su gran tamaño e innovaciones tecnológicas. La siguiente generación, el W126 nace en 1979 y se vende hasta 1992, ese Clase S se encargó de posicionarlo como un vehículo de primer nivel para gente poderosa y con mucho estatus. Los que fueron fanáticos de la miniserie de los ochenta llamada Dallas, recordarán muy bien el auto del petrolero texano llamado JR Ewing, era precisamente un Clase S. Entrando a la última década del primer milenio Mercedes devela el W140, aun más grande y suntuoso que su antecesor se comercializó de 1991 a 1998, el extraño accidente en París que le costó la vida a Lady Di y a su amante Dody Al Fayed fue a bordo de un Sonderklasse de esa generación. Seguimos con el W220 fabricado de 1998 al 2005, este auto a pesar de tener casi 15 años aun tiene un diseño señorial y muy vigente y como se pueden dar cuenta la longevidad de las generaciones era menor en pro de satisfacer a un mercado más competido y que innova rápidamente. El W221 se presentó en 2005, fue el primer Clase S en ofrecer mecánica híbrida y fue descontinuado en el 2013 para dar paso al W222, el impactante trasatlántico que ahora nos ocupa.
El nuevo W222 tiene además del enorme peso del ser un S, es obligado solidario, pues al desaparecer el Maybach de la oferta en los sedanes de lujo, tiene la compleja tarea de reconvertir a esos clientes y no dejar que se vayan a otras marcas competidoras.
Estamos ante un enorme sedán de más de cinco metros de largo, que amalgama una gran tradición y lo último de la tecnología disponible a bordo de un auto. Empecemos por el apartado mecánico, porta un motor V8 delantero longitudinal de 4,663 cc es decir 5.0 litros, asistido por un par de turbocompresores que entregan 435 hp en el rango de las 5,250 rpm y con una fuerza de torque de 516 lb-pie en el rango de las 1,800 a 3,500 rpm, está acoplado a un transmisión automática de siete cambios denominada 7G Tronic Plus que envía la tracción al eje trasero (hay versiones con tracción integral denominadas 4MATIC, pero aun no están disponibles en nuestro mercado). Hablando de la suspensión del MB podemos mencionar que es uno de los atributos más impactantes de éste auto, denominado Mercedes Airmatic Active Body Control, un sistema que funciona asistido por un par de cámaras estereofónicas que leen e interpretan el camino que hay por delante del S500 -se lee un poco de ciencia ficción y quizá lo es, pero déjenme seguir contando- el sistema pude ver el camino hasta 15 metros adelante, la imagen captada por las cámaras es traducida por un microprocesador y en milisegundos envía a los amortiguadores magnéticos la información requerida para ajustar la dureza, según el trayecto que se encuentre adelante, es decir el suntuoso sedán de más de dos toneladas sabe con anticipación si en el camino hay curvas o recta, y se prepara para acometerlas.
Otro detalle del exterior que resulta interesante es que toda la iluminación –frontal principal y posterior- es de LEDs, la óptica principal recurre a más de 56 pequeños diodos emisores de luz y la trasera a 35 de ellos.
Habitabilidad a bordo, otro capítulo
Una vez en el interior lo primero que ataca mis sentidos es un aroma, muy distinto al acostumbrado en los lujosos vehículos de la estrella de tres puntas, un aroma que más bien recuerda a un suntuoso hotel de París o Dubái, me puse a investigar la razón de dicho aroma y descubrí que la versión de prueba incluía un paquete denominado Air Balance Package, que pone a disposición de los ocupantes cuatro fragancias distintas que “pintan” por decirlo de alguna forma todo el interior mediante un sistema de “perfumeo” activo. ¡Ya se que estarán pensando que el aromatizante puede ser un asunto polémico! Les respondo que las fragancias nada tienen que ver con las conocidas como “Vainillino Cotorro” o la “Chica Fresa” que comunmente se pueden ver colgados en los retrovisores de algunas unidades destinadas al transporte público. Un aroma sutil, envolvente, pero discreto a la vez.
Otro detalle que puede dejar pasmado a cualquiera es el sistema de Infoentretenimiento asistido por un equipo de audio firmado por Burmester con 24 bocinas que envuelven en interior con una calidad suprema, los asientos traseros con los que cuenta la versión son opcionales y MB los denomina “First Class” ya que además de estar tapizado en finas pieles, ofrecen muchos ajustes eléctricos en beneficio de la comodidad de los dos ocupantes, los asientos se reclinan y ofrecen soporte para los pies, una postura confortable, quizá parecida a la de la primera clase de las mejores aerolineas que hay, podemos disfrutar una película en la pantalla de 10 pulgadas que se aloja en el respaldo de los asientos frontales. Cada plaza trasera cuenta con su propia pantalla, y es posible que los viajeros vean cada una película distinta, ya que el sistema Burmester ofrece dos audífonos inalámbricos y si en lugar de distraerse con algún estreno cinematográfico el que va sentado atrás prefiere trabajar o navegar por la web, el S500 L ofrece una infinidad de conexiones USB y tomacorriente común de 12 volts.
Hablando de las plazas delanteras, no son tan suntuosas como las traseras, pero tienen mucho que ofrecer, de entrada los instrumentos como los conocemos ya no forman parte del MB, en lugar de un desplegado de diales análogos hay dos pantallas de LCD que proyectan toda la información vital y común del vehículo, además es configurable al gusto del conductor y aunque es netamente virtual, la apariencia y diseño de los displays nos deja un sabor un tanto cuanto retro.
La combinación de materiales nobles como piel, madera genuina, y el aluminio abundan en el interior, cuya iluminación corre a cargo de luces LED, y si les impresionó que en la carrocería el Mercedes tenga casi 100 diodos, prepárense para saber que en el habitáculo hay casi 300 de ellos repartidos por todos lados.
En la Pista
Tras el volante de un vehículo de éste tamaño quizá hubiera preferido un viaje largo por autopista, que en una pista de carreras, pero bueno, no se puede todo así es que me dispuse a conocer la calidad de marcha y someter al V8 Biturbo a un poco de abuso en la aceleración para darme cuenta de lo que podía hacer, además el sistema Active Body Control me intrigaba mucho.
A velocidades crucero es un verdadero trasatlántico, silencioso, yo me esperaba algún balanceo de la carrocería en la zona entramada de la pista, cosa que jamás ocurrió, y a pesar de las más de dos toneladas de peso y de sus enormes dimensiones el comportamiento es neutral, no tiene un rodamiento orientado a lo deportivo, pero si uno decide manejarlo muy rápido, el S500 L responde inmaculadamente.
He de ser honesto el único detalle que no me agradó es la posición de la palanca selectora de la transmisión, ubicada en el lado derecho del volante, sobre la columna de dirección, un detalle que si bien ostenta la perfección de todo lo demás del auto, me parece anticuado y completamente fuera de lugar.