Audi tiene dos líneas deportivas, la S y la RS. Si la primera es rápida, la segunda se acerca a lo radical y está pensada para hacer frente a los mejores vástagos de BMW M y Mercedes-Benz AMG. En el Salón Detroit llega el debut de una nueva versión extrema, en este caso del modelo más lujoso y deportivo de los cuatro anillos, el A7.
El nuevo RS7 lleva en el frente un V8 de 4.0 litros sobrealimentado por dos turbos que le permiten cabalgar con el poder de 560 Hp entre 5,700 y 6,700 rpm y 552 Lb-pie de torque en el rango de los 1,750 y las 5,500 giros.
Asociado a una caja automática de ocho velocidades y la clásica tracción integral quattro de Audi, este despliegue de potencia le permite alcanzar los primeros 100 km/h en 3.9 segundos. La velocidad máxima está limitada en 250 km/h, pero si se paga el denominado dynamic package plus, puede seguir corriendo hasta los 305 km/h.
El RS7 se diferencia de los A7 a secas por los rines de 20”, que opcinalmente pueden ser de 21 pulgadas, que cubren discos de 390 milímetros o cerámicos de 420 mm opcionalmente. Remata un ESP con modalidad deportiva que permite derrapes y la suspensión neumática con el sistema dynamic ride control (DRC) como alternativa a pedido.