La marca favorita de James Bond nos muestra en Ginebra la versión más radical del Vantage, denominada N430. Esta nomenclatura responde a un hecho simple y predecible, el V8 de 4.7 L ha sido llevado a los 430 hp y 361 lb-pie, permitiéndole acelerar de 0 a 100 Km/h en 4.6 segundos y llegar hasta los 305 Km/h.
Para llevar la fuerza al piso (y la adrenalina a tu cerebro) el N430 emplea de serie una caja manual de seis velocidades, aunque si prefieres que el auto se ocupe de todo también puedes optar por una caja automática Sportshift II de siete marchas.
El N430 puede ser elegido en dos variantes de carrocería; tanto en el clásico formato coupé, como así también (si te gusta sentir el viento, ver el cielo y que todos sepan quién es el que maneja este auto) como una versión cabrio.
Además del incremento de potencia, la nota de deportividad en el N430 la dá un sistema de escape especialmente afinado para la ocasión y un esquema de pintura que si bien es opcional, le dá un toque de atrevimiento. Pero ojo, no confundirse, que sea el Vantage más deportivo no significa que renuncie a todos los juguetes lujosos a los que nos tiene acostumbrados la marca; el N430 cuenta con faros bi-xenón, sensores de luces y lluvia, un costoso sistema de sonido firmado por Bang & Olufsen, además de varios apliques en cuero y fibra de carbono seguidos por un largo etcétera.
Aston Martin Vantage N430