Mediante unos sensores como los del sistema de crucero adaptativo, monitorea la distancia con respecto del auto de enfrente. Si ésta disminuye drásticamente y de manera inesperada, el auto emite una alarma sonora para avisarle al conductor y para que ponga atención a lo que está a punto de suceder. También alerta a los conductores de atrás mediante la luz central de freno y así evitar que se produzca un impacto en la parte posterior.
Si el conductor no reacciona ante las advertencias acústicas y visuales, el sistema activa el asistente de frenado para que en cuanto pise el freno, el vehículo se detenga o disminuya la velocidad lo más posible.
El conductor lo único que tiene que hacer es presionar el pedal de freno y el sistema se encargará de entregar toda la potencia de los frenos instantáneamente para tratar de evitar así el accidente.