Cesvi (Centro de Experimentación y Seguridad Vial) advierte que el consumo de media lata de cerveza, es suficiente en algunas personas para duplicar las posibilidades de un accidente vehicular, por lo que el consumo en mayor medida y de otro tipo de bebidas con más grados de alcohol, pueden verdaderamente ser mortales al momento de conducir.
La institución explica que la posibilidad de que un conductor alcoholizado provoque un accidente de tránsito se duplica con una taza de alcoholemia de 0.25 mg/l de aire expirado, se multiplica por 9.5 veces con una taza de 0.40 mg/l –éste es el nivel mínimo que marca la ley- y el riesgo aumenta a 35, con un factor de 0.75 mg/l de alcohol de aire expirado.
Cesvi enumera cuales son los efectos en las funciones psicomotoras y capacidades del conductor, cuando una persona ha ingerido una o algunas bebidas embriagantes:
• El alcohol aumenta el tiempo de reacción.
• Importantes efectos sobre la coordinación de ambas manos, atención y resistencia.
• Alteración de capacidad para juzgar velocidades y distancias.
• Dificultad para seguir una trayectoria predeterminada.
De igual forma, hay efectos en la visión del conductor como las siguientes:
• Reducción del campo visual.
• Alteración de la visión periférica.
• Distorsión de las imágenes y dificultades para la distinción de los colores, así como el cálculo de distancia-velocidad.
• Descoordinación muscular llegando a provocar visión doble.
• Más vulnerabilidad al deslumbramiento, con incremento en el tiempo de recuperación.
Finalmente los efectos que no se pueden evitar son los que el alcohol provoca en la conducta, entre los más importantes se encuentran:
• Sobrevaloración.
• Desprecio de los riesgos.
• Conductas temerarias (euforia y agresividad).
Fuente: FISAC