Ciertamente, los accidentes vehiculares ocurridos en las maniobras de estacionamientos generalmente no son graves y por consiguiente no causan lesiones graves, sin embargo, los costos de reparación y la molestia de tener el automóvil en el taller siempre generan inconvenientes
Ante esta situación, el Insurance Institute for Highway Safety -IIHS- ha lanzado un programa de clasificación de prevención de colisiones traseras con el objetivo de ayudar a los consumidores a identificar a los modelos equipados con la tecnología que puede prevenir o mitigar choques al ir de reversa.
Al igual que la mayoría de los sistemas de seguridad, la alerta de colisión trasera abarca varias tecnologías, entre ellas están los sensores que emiten sonidos de advertencia y/o vibraciones cuando el vehículo se acerca demasiado a otro vehículo o existe un objeto detrás de él o, en algunos casos, en frente de él.
Por medio de este medio, la alerta trasera de tráfico cruzado advierte a los conductores que se aproximan a otro u otros vehículos que podrían cruzarse en su camino cuando retroceden.
A la par, los sistemas de frenado de emergencia automáticos posteriores detectan objetos detrás de un vehículo que retrocede y pueden frenar automáticamente si el conductor no presta atención a las alertas para detenerse.
Reduce considerablemente los accidentes
Bajo el esquema de clasificación de tres niveles, los modelos con sistemas opcionales o estándar de prevención de colisión trasera son clasificados por el IIHS como superiores, avanzados o básicos. Dichas clasificaciones se determinan si los vehículos tienen freno automático trasero disponible y, de ser así, cómo se desempeña en una serie de pruebas de automóvil a automóvil y de automóvil con diferentes ángulos de aproximación. Asimismo, la disponibilidad de los sensores de estacionamiento y la alerta trasera de tráfico cruzado también se tienen en cuenta.
Es importante tener en cuenta que estas evaluaciones valoran la capacidad de los sistemas de prevención de colisiones traseras para evitar daños en choques de baja velocidad, más no su capacidad para mitigar lesiones en choques.
La evaluación del IIHS
De acuerdo con una investigación del IIHS y del Highway Loss Data Institute (HLDI) sobre los vehículos de General Motors, la combinación de una cámara trasera, los sensores de estacionamiento traseros y el freno automático trasero está reduciendo los choques de reversa en un 78 por ciento.
En el nuevo programa de clasificaciones, el freno automático trasero es el que tiene más peso porque la investigación muestra que proporciona la mayor reducción de choques. Por su parte, el HLDI ha encontrado beneficios para los sensores de estacionamiento en la reducción de los choques reportados a las aseguradoras, mientras que una nueva investigación del IIHS muestra que la alerta trasera de tráfico cruzado está reduciendo las colisiones informadas por la policía.
Para una clasificación superior, un vehículo debe tener un sistema de freno automático trasero que pueda evitar un choque o reducir sustancialmente la velocidad en muchos de los escenarios de prueba, que implica una velocidad de aproximadamente 4 mph. A los sistemas se les asignan puntos en función del objeto que evita o apenas alcanzan el objetivo, reduciendo las velocidades a menos de 1 mph.
Para avanzado, un vehículo debe tener un freno automático trasero y evitar un choque o reducir las velocidades en algunos de los escenarios. Aquí los vehículos que solo tienen sensores de estacionamiento y/o alerta de tráfico cruzado posterior obtienen una calificación básica.
Queda claro que el freno automático trasero no es tan frecuente como el freno automático delantero. Esta función es opcional solo en un 5 por ciento y estándar en menos del 1 por ciento de los vehículos de pasajeros modelo 2018, según estimaciones de HLDI.
De igual manera, la alerta de tráfico cruzado posterior es opcional en el 43 por ciento y estándar en el 11 por ciento de los modelos de 2018. En cambio, los sensores de estacionamiento traseros son estándar en 33 por ciento y opcionales en 59 por ciento de los modelos 2018. Quien se ha convertido en una tecnología más común son las cámaras de reversa que son estándar en un 89 por ciento y opcional en un 10 por ciento de los modelos 2018.