Más de una vez hemos circulado en una carretera o avenida y sin más ya estamos en medio de un embotellamiento. Algunas veces esto es ocasionado por la presencia de “hombres trabajando”, por un accidente o por un automóvil descompuesto, pero otras ocasiones el tráfico surge y aparece de la nada.
Este tipo de embotellamientos que surgen, aparentemente, de la nada y que es mejor conocido como tráfico fantasma es producido cuando los conductores que circulan por delante frenan, lo que desencadena una reacción en cadena que provoca que el tráfico que le sigue se detenga. Este extraño fenómeno se agrava durante las vacaciones de verano o invierno o en los días feriados, cuando los automovilistas salen a carretera.
Este frustrante tráfico es causado fácilmente por factores humanos como, por ejemplo, incorporarse al tráfico sin señalizar, distracciones al volante, malos hábitos de conducción y malos tiempos de reacción, o por frenar innecesariamente. Una vez que un automovilista pisa el freno repentinamente, baja la velocidad sin ser necesario o circula por el carril de alta velocidad a paso lento, puede ocasionar una reacción en cadena y que otros conductores frenen también, haciendo que el flujo de tráfico se detenga.
Ahora, Ford e investigadores de la Universidad de Vanderbilt, una academia de investigación privada de Tennessee, Estados Unidos, han demostrado que estas retenciones podrían reducirse con el uso generalizado del Control de Crucero Adaptativo (ACC) que permite reducir la velocidad y acelerar automáticamente para mantener el ritmo del vehículo que circula delante sin fatigarse ni distraerse.
Esto quedó comprobado luego de que una pista de pruebas de Ford, 36 conductores simularon el tráfico normal de la carretera usando la tecnología de Control de Crucero Adaptativo. Posteriormente, esos conductores realizaron el mismo circuito, pero sin hacer uso de esta tecnología, lo que significa que tuvieron que frenar y acelerar manualmente.
Comparando ambas situaciones se pudo observar que utilizar el Control de Crucero Adaptativo es posible reducir el impacto que supone frenar más que los vehículos que no llevan la tecnología activada. Incluso con sólo uno de cada tres vehículos utilizando la tecnología, la prueba reveló beneficios similares en la reducción del tráfico.
En caso de que nuestro vehículo no equipe esta tecnoligía lo ideal es:
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No frenar bruscamente, si no es necesario.
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Mantener una velocidad constante.
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Utilizar el carril de alta sólo para rebasar.
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No utilizar el teléfono celular al conducir.
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Manejar concentrado.