Luego de un profundo análisis a los asinetos de automóvil para niño, la -Academia Estadounidense de Pediatría- ha modificado sus recomendaciones con respecto a la orientación de la misma.
Hasta ahora, se consideraba ideal que los niños de hasta dos años de edad, sin embargo, bajo las nuevas pautas, se insta a los padres a que mantengan a sus hijos en un asiento de seguridad para automóvil mirando hacia atrás "el mayor tiempo posible".
Esto quiere decir que el límite de edad se ha eliminado, por lo que la única manera de un niño vaya mirando hacia el frente es hasta que cumpla las condiciones de estatura y peso, para que viaje en uno de los asientos del automóvil.
Todos los estudios indican que un niño está más protegido en silla mirando hacia atrás en caso de un impacto, por lo tanto, la protección disminuye a medida que el niño viaja con el asiento hacia adelante.
Según los expertos en la materia, los asientos para infante se deben usar hasta los cuatro años de edad, después de lo cual se puede hacer una transición a un asiento orientado hacia adelante.
Entre las edades de ocho y 12 años, los niños pueden viajar con un "asiento elevador” también llamado booster, que se quitará después de los 13 años, cuando el cinturón de seguridad les permite alcanzar su máxima protección en caso de accidente.