A lo largo de la historia del automóvil han surgido una gran cantidad de invenciones enfocadas elevar la seguridad de los pasajeros. Evidentemente, el invento de mayor relevancia es el del cinturón de seguridad, que desde su creación ha salvado la vida de millones de personas.
Si se trata de mencionar al segundo sistema de seguridad de mayor relevancia, en definitiva tenemos al sistema de frenado autónomo de emergencia (Autonomous Emergency Braking). Este sistema, que frena de forma automática el vehículo cuando detecta que se va a producir una colisión o un atropello, incrementa sustancialmente la seguridad de dos formas. En primer lugar, porque es capaz de evitar muchos accidentes. Y en segundo, porque reduce la gravedad de las colisiones que no pueden evitarse, al disminuir la velocidad del impacto.
Ya que estamos en este sistema que cada vez es más popular en los automóviles, sin importar si son de lujo o no, conozcamos más sobre su nacimiento, funcionamiento y demás menesteres.
¿Quién lo inventó?
Como muchas otras innovaciones en materia de seguridad, el frenado de emergencia autónomo es un invento de Mercedes-Benz. Fue en 2006 cuando el Clase S equipó este sistema por primera vez, bajo el nombre de Pre-Safe Brake. Hoy en día, este sistema ha llegado a la práctica totalidad de los fabricantes. Para desarrollarlo se emplearon dos años de investigaciones en laboratorio y 30 autos de pruebas, con 500 conductores que recorrieron enormes distancias por carreteras de Alemania y Estados Unidos.
¿Cómo funciona el frenado autónomo de emergencia?
En sí, este sistema recoge información de diversos sensores (radar de medio y largo alcance, cámaras y/o LIDAR), para identificar posibles obstáculos delante del vehículo. Un ordenador analiza estos datos en conjunto con la velocidad y trayectoria del vehículo, para determinar si se está produciendo una situación crítica. Si el sistema determina que hay riesgo de colisión o de atropello, avisa al conductor del peligro; y si este no reacciona, aplica la máxima presión de frenado de forma autónoma.
¿A qué velocidad funciona?
No hay un rango estándar de velocidad establecido dentro del cual funciona el frenado autónomo de emergencia. Lo normal es que el sistema actúe a partir de 3 mph (5 km/h), para no resultar molesto en maniobras de aparcamiento. En la velocidad máxima de funcionamiento es donde hay más diferencias y los sistemas más avanzados lo hacen hasta 155 mph (250 km/h).
¿En qué condiciones funciona?
El trabajo en conjunto de radar y cámara permite que el sistema funcione en prácticamente todas las condiciones climatológicas. La mayoría de las cámaras que actúan como los “ojos” de estos sistemas están instaladas en el parabrisas. Las más avanzadas son “estéreo”, con un rango de medición 3D de más de 164 pies (50 metros). Estas cámaras registran los objetos espacialmente, determinando su distancia, y reconocen espacios vacíos, gracias a diferentes algoritmos y el uso de la inteligencia artificial (IA). Con todo ello, son capaces de ofrecer un reconocimiento fiable de peatones, ciclistas, animales y objetos; y de leer letras y números en las señales de tráfico.
El radar tiene un alcance de 820 pies (250 metros), rango de 360º y mide todos los valores relevantes (ángulo, distancia, velocidad, parámetros del material). Sus ventajas son su fiabilidad y que no le influyen las inclemencias meteorológicas. En el lado adverso, no distingue colores y ofrece un reconocimiento limitado de las formas.
¿Funciona solo longitudinalmente?
La mayoría de los sistemas de frenado autónomo de emergencia funcionan con objetos, personas o animales que están justo delante de nuestro vehículo. Volvo ha dado un paso más y su AEB también detecta si hay peligro de colisión en un cruce, pues reconoce los vehículos que circulan en dirección perpendicular -hasta 260 pies (80 metros) de distancia- cuando nos acercamos a una intersección y frena de forma autónoma para evitar un accidente. Esta función se estrenó en el Volvo XC90 en 2014.
¿El sistema detecta peatones, ciclistas y animales?
Los sistemas de reconocimiento de peatones y/o ciclistas y animales son una función añadida al de frenado autónomo de emergencia y necesitan de una cámara de mayor resolución (y en algunos casos, con visión nocturna), y de un hardware y software de procesamiento de imágenes más potente. Este último dispone de bases de datos de imágenes de siluetas de peatones y de sus patrones de movimiento, que el sistema compara en tiempo real con las imágenes tomadas por la cámara.
Volvo fue el primer fabricante en introducir estas funciones. El frenado autónomo con reconocimiento de peatones debutó en el Volvo S60 en el año 2010 tras cinco años de investigaciones y pruebas. En 2014 el Volvo XC90 estrenó el reconocimiento de ciclistas y de animales grandes, y también el de peatones y ciclistas al girar en un cruce.
¿Qué mantenimiento necesita?
En principio, estos sistemas no requieren más mantenimiento que mantener razonablemente limpia la zona del parabrisas a través de la cual “ve” la cámara. Muchas de estas cámaras están montadas en el parabrisas, por lo que en caso de rotura y sustitución, hay que desmontarlas del cristal roto y montarlas en el nuevo. Una vez instaladas, el sistema ha de ser recalibrado para asegurar que funciona con la máxima precisión y proporciona la información correcta. Carglass® utiliza instrumentos de alta precisión y trabaja con técnicos altamente cualificados para calibrar estas cámaras.